Dar clase a altas temperaturas, que pueden llegar con relativa facilidad hasta los 40 grados, incumple el Decreto de Prevención de Riesgos Laborales, tal y como han señalado los sindicatos CCOO y UGT.
La ley obliga a que en los centros de trabajo se encuentren a una temperatura de entre los 17 y los 27 grados centígrados. Sin embargo, esta normativa, que se aplica en todos los lugares de trabajo, se incumple sistemáticamente en los colegios.
Mareos y deshidratación
Un total de 47 alumnos, de entre 12 y 18 años, del Instituto Neil Armstrong de Valdemoro en Madrid fueron atendidos este jueves por mareos y deshidratación como consecuencia de las altas temperaturas.
Asimismo, en un centro de Sevilla la Nueva se han detectado temperaturas de hasta 42 grados y en otro colegio público de Manzanares del Real estas han alcanzado los 43 grados centígrados en un aula de Infantil, poniendo en grave peligro a los alumnos más pequeños.
Los principales síntomas de un golpe de calor son: sequedad y piel roja, pulso acelerado, dolor intenso de cabeza, calambres musculares y fatiga, náuseas o vómitos, confusión y pérdida de conciencia.
Reducción de la jornada lectiva
El consejero desaconseja el aire acondicionado porque, según ha declarado, puede «producir alteraciones en ojos y cuello» a los alumnos. En este sentido, la Sociedad Española de Neumología y Cirugía Torácica (SEPAR) y la Sociedad Española de Neurología (SEN), recomienda un uso responsable de los aparatos de aire acondicionado, especialmente cuando se trata de niños, aunque insisten en que el calor extremo es peor.
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