Una de las habilidades lingüísticas más importantes es convencer a los demás. En ese sentido os propongo hoy una serie de actividades enfocadas a desarrollar esa habilidad.
1.- Pensad y decid situaciones en las que se hace necesario convencer a los demás.
Para convencer a la gente hay que tener en cuenta una serie de "trucos":
- Hacer ver a nuestros interlocutores que lo que nosotros queremos es lo que a ellos les conviene.
- Caer bien a nuestro interlocutor.
- Apelar a los sentimientos de nuestro interlocutor.
- No utilizar jamás mentiras, ya que, aunque en un principio suelen funcionar, pasado un tiempo siempre suelen ser descubiertas. El que utiliza la mentira acaba siendo tachado por todos de mentiroso y ya nunca jamás podrá convencer a nadie de nada, puesto que nadie le creerá (como el cuento del pastorcillo y el lobo)
- Exponer las ideas de forma clara. La gente necesita escuchar un mensaje sencillo y rápido. Nada de irse por las ramas.
Si recordáis, en la carta que enviamos para lo del Parkour ya hicimos algo parecido: intentar convencer al Ayuntamiento de que nuestra propuesta era adecuada.
2.- La actividad que os propongo hoy en lengua es la siguiente. Escribiréis un discurso en el que intentaréis convencer a la clase de algo. El discurso será corto; deberá tener una duración de entre uno y dos minutos (un folio por una cara es un minuto). Mañana martes lo expondremos en clase. Saldréis a la pizarra e intentaréis convencer a la clase para que haga algo. A continuación os propongo varios ejemplos:
a) Convencer a la clase de que los extraterrestres existen.
b) Convencer a la clase de que el maestro David es en realidad un robot.
c) Convencer a la clase de que tenéis superpoderes.
Os ruego que tengáis un poco de imaginación y que no copiéis estas ideas. Inventad las vuestras propias.
Los de casa podéis enviarme el discurso por escrito, en audio o en vídeo. Como mejor os venga. Ya sabéis mi dirección: Perry2@educarex.es
Ahh; y si os sobra tiempo de esta actividad, podéis seguir ahondando en las aventuras de Lázaro de Tormes. A ver qué le pasó después de lo del vino...
-Ahora quiero yo usar contigo de una liberalidad, y es que ambos comamos este racimo de uvas y que hayas de él tanta parte como yo. Lo partiremos de esta manera: tú picarás una vez y yo otra, con tal que me prometas no tomar cada vez más de una uva. Yo haré lo mismo hasta que lo acabemos, y de esta suerte no habrá engaño.
Hecho así el acuerdo, comenzamos; mas luego al segundo lance, el traidor cambió de opinión, y comenzó a tomar de dos en dos, considerando que yo debería hacer lo mismo. Como vi que él quebraba el trato, no me contenté ir a la par con él, mas aún pasaba adelante: dos a dos y tres a tres y como podía las comía. Acabado el racimo, estuvo el ciego un poco con el escobajo en la mano, y, meneando la cabeza, dijo:
-Lázaro, engañado me has. Juraré yo a Dios que has tú comido las uvas tres a tres.
-No comí -dije yo-; mas ¿por qué sospecháis eso?
Respondió el sagacísimo ciego:
-¿Sabes en qué veo que las comiste tres a tres? En que comía yo dos a dos y callabas.
- Entra en https://www.google.es/maps, busca Almorox y dime algún pueblo que esté cerca de él.
- ¿Qué dieron al ciego de limosna en esta historieta?
- ¿Por qué no podía guardar el racimo?
- ¿Qué decidió hacer el ciego con el racimo?
- ¿Por qué supo el ciego que Lázaro había incumplido el trato de coger las uvas de una en una?
- Averiguad qué es un valladar y me lo explicáis.
- Se acerca el final de las vivencias de Lázaro con el ciego. En la siguiente entrega te contaré cómo acaba todo. ¿Cómo te imanias que terminarán el ciego y Lázaro?
No hay comentarios:
Publicar un comentario